El OFICIO DEL SOCIÓLOGO HOY

El título de este blog pretende mostrar y presentar todas esas funciones que han realizado los sociólogos, en el cual presentaré algunas biografías de sociólogos históricos y actuales, famosos y anónimos. Con el objetivo de acaparar sus teorías, metodologías y relaciones con las vidas personales de cada uno "EL OFICIO DEL SOCIÓLOGO HOY".

El Oficio Del Sociólogo Hoy

“La sociología es la investigación de las leyes de la sociedad en los mismos fenómenos sociales. - Augusto Compte” (Frases Célebres de la Sociología)

En este blog encontrarás información que te ayudará a saber la vida y obra de sociólogos colombianos, por medio de su género Biográfico, con el propósito de apropiarnos de las posturas teóricas y metodológicas de la profesión y la relación con las vidas personales de cada uno. En este Blog sólo se encuentran algunos sociólogos colombianos. Recalcando que en nuestro país existen muchos más Sociólogos históricos y actuales, famosos y anónimos.

Si eres estudiante, profesional o aún no están iniciando la Carrera de Sociología es hora de conocer esas Biografías de Algunos Sociólogos de nuestro país, observemos, reflexionemos y analicemos que debo hacer para cumplir con el objetivo que quiero para mi Colombia.

En 1880 el presidente Rafael Núñez durante su mandato dio gran estabilidad política, social y económica. Fue quien impulso la Sociología en nuestro país, promoviendo su introducción, inicialmente tuvo la discusión en cuál era su objetivo generando una serie de cátedras, textos introductorios e investigaciones, trabajando en las comunidades y grupos sociales. Este periodo de la república liberal y los comienzos del frente nacional han sido los grandes momentos de la sociología nacional ya que su desarrollo tuvo relación con el estado y la política.

"EL OFICIO DEL SOCIÓLOGO HOY"

Es importante reconocer que esta profesión en Colombia ha tenido muchas dificultades como lo dice Cataño en su escrito:

“Como grupo social especialmente sensible al estudio de los problemas sociales, los sociólogos se apropian de las posiciones críticas y en no pocas ocasiones entran en conflicto con los intereses de los sectores privilegiados o con las políticas del Estado que los amparan. Surgen entonces las frecuentes tensiones entre una disciplina que busca afianzarse como ciencia y las demandas de las crisis sociales que tratan de transformarla en un mero instrumento de los conflictos políticos. Esta tensión, que acaso sea insoluble, ha acompañado los frutos de la sociología nacional durante los últimos veinte años y ha impuesto su marca en la imagen de la profesión sostenida por diversos sectores de la opinión del país.” (Cataño, 1986).

EL OFICIO DEL SOCIÓLOGO HOY

A continuación exploraremos las vidas personales y obras de sociólogos colombianos:

sábado, 26 de marzo de 2016

Salvador Camacho Roldán (Biografía)

Camacho Roldán nació en Nunchía (Casanare) en 1827 en el seno de una familia de clase media profesional vinculada con la tierra. Su padre era abogado y un miembro activo del partido del general Santander, a cuyo lado ocupó altas posiciones políticas e importantes cargos relacionados con la administración de justicia. Siguiendo las huellas del padre, el joven Camacho se hizo abogado en 1847 y al momento comenzó su carrera pública como juez de rentas. Sus vínculos con la política fueron inmediatos. En 1860, cuando apenas cumplía 33 años, ya había sido gobernador de Panamá, representante y senador por Casanare y fiscal de la Cámara en el sonado juicio seguido al presidente José María Obando por las anomalías de su administración.
Este fue también el período en el cual Camacho comenzó a publicar sus primeros artículos sobre asuntos políticos y económicos, donde mostró un estilo conciso lejos de toda retórica, que fue depurando aún más con el paso de los años. Como hombre de acción, su invariable punto de partida eran las relaciones entre economía, sociedad y política, esto es, el estudio de las consecuencias sociales de toda elección económica. “El objeto del impuesto —escribió por ejemplo en 1851— es la satisfacción de las necesidades que origina la existencia del hombre en el estado social.” Estas necesidades estaban asociadas con los requerimientos de orden, seguridad, educación, mejora material y asistencia pública de los miembros de una sociedad, que Camacho tendía a identificar con la idea de nación para el caso de las organizaciones modernas.
Entre 1860 y 1880, Camacho multiplicó sus actividades políticas y su labor periodística. Asistió a la famosa Convención de Rionegro de 1863, ejerció el poder ejecutivo por ausencia del presidente Santos Gutiérrez en diciembre de 1868, ocupó la Secretaría de Hacienda en el gobierno de Eustorgio Salgar, y a mediados de 1871 su nombre fue postulado para la presidencia de la República. Sus Memorias de Hacienda de 1871 y 1872 son célebres en su género por la precisión de la información ofrecida, por el conocimiento de los problemas económicos del país y por la claridad de las políticas defendidas en sus páginas. En ellas hizo especial énfasis en el desarrollo de las comunicaciones y en sus consecuencias económicas y políticas. A su juicio, al poner en contacto a los hombres de los lugares más diversos y distantes del territorio, las vías fomentaban las relaciones y creaban la imagen de afecto y pertenencia, de “comunidad de costumbres, de idioma, de instituciones, de recuerdos, de estado social, pero sobre todo de intereses y esperanzas.”
En el decenio siguiente, la década de la Regeneración, Camacho se aleja paulatinamente de la política y sus labores se concentran en la escritura y la docencia. En 1887 visita los Estados Unidos, dejando un agudo registro de sus impresiones en Notas de viaje. En 1882 pronuncia en la Universidad Nacional su famoso discurso sobre la sociología, su trabajo singular más importante desde el punto de vista de la originalidad y la perspicacia teóricas. Recogiendo sus meditaciones anteriores —donde hay algo de Comte y mucho de Spencer—, define el campo de la sociología como la ciencia “que se refiere a las leyes que por medio de las tendencias sociales del hombre, presiden el desarrollo histórico de los seres colectivos llamados naciones.” Esta definición bastante abstracta y no exenta de cierto arcaismo, se comprende mejor cuando se observa a qué estaba realmente apuntando Camacho con la idea de desarrollo histórico orientado hacia la configuración de organizaciones nacionales. Su concepto de sociología proviene de las observaciones de la experiencia colombiana y latinoamericana. Su interés estaba volcado en el estudio de cómo los individuos que viven en un territorio determinado, comienzan a adquirir sentimientos comunes y visiones solidarias. Para Camacho la idea de nación es un equivalente al concepto de sociedad, al de unión de hombres conscientes de sus intereses y de sus semejanzas, al de grupo de personas ligadas por idénticos lazos materiales, intelectuales y morales. Y esto era lo que encontraba en la historia reciente de la América española. Después de las varias y repetidas guerras y luchas intestinas que siguieron al período de independencia, aquellas antiguas extensiones ibéricas se estaban convirtiendo en sociedades organizadas: en naciones. Por esta vía inesperada. Camacho le abrió a la ciencia de Comte la posibilidad de original aclimatación de su saber teórico y práctico en el Nuevo Mundo. En los últimos años de su vida, se retiró a su hacienda El ocaso en el municipio de Zipacón. Allí murió en 1900, en la aurora del siglo XX, a sus 73 años de edad. Fue sepultado en Bogotá y en su tumba —como en la de su padre— todavía se pueden leer las alentadoras palabras de Horacio: Non omnis moriar, “no moriré del todo, algo de mí sobrevivirá.”
Obras de Salvador Camacho Roldán
1890 Notas de viaje (Bogotá: Librería Colombiana). Hay ediciones recientes.
1892-1895 Escritos varios (Bogotá: Librería Colombiana), 3 tomos. Edición fascimilar:
Editorial Incunables, 1983.
1925 Memorias (Bogotá: Cromos). Existen ediciones más recientes.
Fuente: http://www.banrepcultural.org/revista-6

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